Las necesidades de salud mental de las niñas afroamericanas e hispanas a menudo no se satisfacen. Este grupo busca brindar apoyo.

TRANSLATED BY CESAR SERGOVIA

WAUKEGAN, Illinois — En una soleada pero animada tarde de noviembre dentro de la escuela secundaria Robert Abbott, seis niñas de octavo grado rápidamente entraron en un salón de clases pequeño pero colorido y se sientan en un círculo.

Yuli Paez-Naranjo, consejera de Working on Womanhood (WOW), tenía una camiseta violeta de WOW mientras dirigía al grupo en una discusión sobre cómo los valores pueden informar las decisiones.

“¿Alguna vez has sentido como si dos angelitos estuvieran sentados sobre cada uno de tus hombros, uno susurrándote cosas buenas y el otro susurrándote cosas malas?” preguntó Paez-Naranjo a las niñas. Las estudiantes asintieron y se rieron.

Durante la sesión de WOW de 50 minutos, las niñas tienen la oportunidad de dejar de lado las presiones del día en la escuela, reírse, escucharse unas a otras y resolver problemas personales. La reunión semanal es la pieza central de la terapia individual y grupal que WOW ofrece durante todo el año escolar a niñas afroamericanas e hispanas —y a estudiantes de todas las razas que se identifican como mujeres o no binarias— en los grados 6 al 12.

Creado en 2011 por trabajadores sociales negros e hispanos de la organización sin fines de lucro Youth Guidance, el objetivo de WOW es desarrollar un sentido saludable de autoconciencia, confianza y resiliencia en una población que a menudo no cuenta con programas de salud mental.

Youth Guidance ofrece WOW a unas 350 estudiantes en el Distrito Escolar 60 de la Unidad Comunitaria de Waukegan, que presta servicios a una ciudad industrial de unos 88,000 habitantes, situada a unas 30 millas al norte de Chicago. Un poco más del 93 por ciento de los 13,600 estudiantes del distrito son negros o hispanos, y alrededor del 67 por ciento provienen de familias clasificadas como de bajos ingresos.

El programa también atiende a estudiantes en Chicago, Boston, Kansas City y Dallas. Los consejeros de WOW trabajan con equipos de salud conductual, administradores y maestros de las escuelas para identificar a estudiantes con altos niveles de estrés que podrían beneficiarse del programa.

Investigaciones recientes muestran que WOW funciona, en un momento en el cual la salud mental de las adolescentes está en crisis, un ensayo de control aleatorio del Education Lab de la Universidad de Chicago realizado en 2023 encontró que WOW redujo los síntomas de trastorno de estrés postraumático (PTSD) entre las participantes de las escuelas públicas de Chicago en un 22 por ciento y disminuyó su ansiedad y depresión.

El programa Working on Womanhood opera en Waukegan, Illinois y en varios otros distritos escolares de todo el país. Credit: Camilla Forte/The Hechinger Report

Sin embargo, múltiples obstáculos como la financiación, el agotamiento de los consejeros y la desconfianza en los programas de salud mental, se interponen en el camino para hacer que WOW llegue a más estudiantes. Una forma en que el programa supera los impedimentos es llevándolo al lugar donde los estudiantes pasan la mayor parte de su tiempo: la escuela.

Paez-Naranjo es tan querida entre los estudiantes de Abbott, que incluso los niños que no están en el programa la buscan, le planteó una pregunta al grupo de estaudiantes.

“Hablemos de las consecuencias positivas y negativas de determinadas decisiones. ¿Qué tal pelear?” preguntó. “

El único resultado positivo es que descubrirás lo fuerte que eres”, dijo Deanna Palacio, una de las niñas.

“¿Por qué pelear cuando puedes hablarlo?” preguntó otra estudiante, Ka’Neya Lehn.

“¿Sí? ¿Cuál es el punto?” dijo una tercera niña, Ana Ortiz.

Yuli Paez-Naranjo, consejera de Working on Womanhood de la escuela secundaria Robert Abbott en Waukegan, Illinois, dijo que ha visto una disminución en la rabia y las peleas entre las niñas que participan en el programa de apoyo de salud mental. Credit: Camilla Forte/The Hechinger Report

Nacole Milbrook, directora del programa de Orientación Juvenil, dijo que WOW fue desarrollado para abordar necesidades que a menudo se pasan por alto entre las niñas hispanas y afroamericanas. “Las niñas han quedado excluidas [de las iniciativas de apoyo a la salud mental], principalmente porque no causan problemas”, afirmó.

Un estudio de referencia de más de 2,000 niñas en las escuelas públicas de Chicago, realizado por el equipo del Education Lab de la Universidad de Chicago, encontró tasas “asombrosamente altas” de exposición al trauma: casi un tercio de las mujeres jóvenes participantes habían sido testigos de cómo alguien era agredido o asesinado violentamente; y casi la mitad perdió a alguien cercano por muerte violenta o súbita. Alrededor del 38 por ciento de las niñas de este grupo mostraron signos de trastorno de estrés postraumático, el doble de la tasa de los miembros del servicio que regresaban de Irak y Afganistán.

Paez-Naranjo y su compañera consejera de WOW, Te’Ericka Kimbrough —quien trabaja en el Centro Educativo Opcional/Alternativo de Waukegan— han apoyado a estudiantes que han sufrido agresión sexual. Algunos participantes en sus círculos son padres adolescentes. Otros están tratando de resistir la presión negativa de sus compañeros. Otros pertenecen a familias que tienen dificultades económicas.

En comparación con otros, los estudiantes negros e hispanos tienen más dificultades para obtener apoyo de salud mental en la escuela. El apoyo escolar a la salud mental dirigido a las niñas, especialmente los programas sostenidos y basados en evidencia como WOW, es escaso o inexistente en muchas escuelas públicas.

Aún más escaso es el apoyo a la salud mental por parte de proveedores que puedan brindar una atención culturalmente receptiva. Sólo el 5 por ciento de los proveedores de salud mental en Estados Unidos son hispanos. Sólo el 4 por ciento son negros.

Ana Ortiz, estudiante de octavo grado en la escuela secundaria Robert Abbott, dijo que el programa Working on Womanhood “me ayuda a comprenderme mejor a mí misma”. Credit: Camilla Forte/The Hechinger Report

Sally Nuamah, profesora asociada de política urbana en desarrollo humano y política social en la Universidad Northwestern, dijo que la tendencia de los adultos a ver a los jóvenes negros como más adultos que sus pares blancos, puede ocultar las necesidades de salud mental de los niños negros. Además, el propio comportamiento positivo de las niñas puede enmascarar sus necesidades: en un estudio del programa WOW se encontró que las participantes tenían una buena asistencia a la escuela y al menos un promedio de B, incluso cuando más de un tercio mostraba signos de trastorno de estrés postraumático.

“Se les percibe como resilientes y con valor”, dijo Nuamah. “Esto oscurece las necesidades reales de salud mental de los estudiantes de color y perpetúa las políticas institucionalmente racistas porque no se percibe que estos estudiantes necesiten los mismos recursos”.

Servir a los estudiantes donde están físicamente presentes casi 200 días al año es una forma de satisfacer la necesidad de apoyo que con demasiada frecuencia no se satisface, dijo Nuamah.

“WOW es la única organización [escolar] que hace lo que hace en la medida en que lo hace”, dijo. “La mayoría de los servicios [de salud mental] se ofrecen fuera de la escuela”.

Laurel Crown, gerente senior de investigación y evaluación de Youth Guidance, dijo que la organización sin fines de lucro está trabajando para determinar qué partes del programa funcionan mejor. Las encuestas a las participantes al final del año escolar, que utilizan medidas similares a las utilizadas en el estudio del Education Lab, sugieren que las relaciones desarrolladas entre los consejeros de WOW y las participantes son una razón clave por la que el programa es efectivo.

“Nuestra teoría del cambio es que WOW funciona porque… [las estudiantes] asisten a este grupo de apoyo increíblemente poderoso todas las semanas y esta persona de apoyo está allí todos los días en la escuela para ellos”, dijo Crown.

Los consejeros de WOW están “comprometidos sistémicamente” en las escuelas donde trabajan, dijo Fabiola Rosiles-Duran, supervisora del programa WOW de Waukegan. Ellas se mantienen informados sobre la dinámica de toda la escuela al ser parte del equipo de salud conductual y de las reuniones de todo el personal.

Los consejeros Kimbrough y Paez-Naranjo agregaron que el acceso diario a los maestros y al personal brinda apoyo integral a sus estudiantes. La presencia de los consejeros también les ayuda a responder inmediatamente a situaciones agudas y hacer un seguimiento del progreso de las estudiantes cada día de escuela.

“Si necesito ayuda adicional con una estudiante, puedo apoyarme en el equipo de salud conductual de la escuela”, dijo Kimbrough. Ella agrega que si tiene una estudiante en crisis, poder verla regularmente la ayuda a saber si sus intervenciones están funcionando.

Brindar apoyo intensivo a las estudiantes todos los días de escuela puede ser emocionalmente agotador para los consejeros de WOW. Youth Guidance proporciona capacitación grupal y apoyo individual para ayudar a los consejeros a mantener su propia salud emocional.

Durante su primer año en el trabajo, los consejeros participan en tres horas de capacitación curricular cada mes más tres días de cursos de actualización. Muchas actividades de formación reflejan las que los consejeros utilizarán más adelante con sus alumnos.

Los líderes de WOW también se registran todos los días de la semana para ofrecer apoyo a los consejeros. Los nuevos en WOW también asisten a un retiro de dos días y tres noches que “ayuda a los consejeros y al personal a descubrir lo que está sucediendo dentro de nosotros mismos”, dijo Ngozi Harris, directora de programas y desarrollo del personal de Youth Guidance, “para que tengamos el combustible para hacer este trabajo”.

Un estudio encontró que los múltiples niveles de apoyo que WOW ofrece a las estudiantes y al personal, a un costo de aproximadamente $2,300 por participante, son rentables. Aún así, eso puede representar una parte importante del presupuesto anual de un distrito o escuela.

Pero Jason Nault, superintendente asociado de equidad, innovación y responsabilidad de Waukegan CUSD 60, dijo que WOW bien vale el costo. A principios de este año, la Junta de Educación del distrito aprobó una extensión de dos años de su contrato con WOW y su contraparte para estudiantes varones, Becoming a Man (Convirtiéndose en un Hombre), a un costo de $4,2 millones.

Nault dijo que los datos que Youth Guidance recopila al final de cada año escolar muestran que las estudiantes de WOW están menos deprimidas y ansiosas, más seguras de sí mismas y tienen menos estrés postraumático.

Una vez a la semana, las niñas de la escuela secundaria Robert Abbott y otras escuelas en el área de Waukegan, Illinois, se reúnen con sus compañeros y un consejero para resolver problemas personales. Credit: Camilla Forte/The Hechinger Report

Sin embargo, existen múltiples desafíos de implementación para WOW y otros programas de apoyo estudiantil en las escuelas. Una es que el trabajo de los consejeros es aislante y puede provocar agotamiento psicológico, dijo Inger Burnett-Zeigler, profesora asociada de psicología en la Facultad de Medicina Feinberg de Northwestern.

“Existe un estrés significativo, crónico y traumático que experimentan los consejeros de WOW”, dijo. Burnett-Zeigler está trabajando con WOW para desarrollar y probar una intervención de mindfulness basada en evidencia para apoyar a los consejeros.

“El bienestar del consejero es importante en sí mismo”, dijo Burnett-Zeigler. También puede respaldar los resultados de los jóvenes, afirmó.

Otra barrera que enfrentan programas como WOW es que, según algunas investigaciones, las familias hispanas y afroamericanas son más reacias a buscar apoyo y tratamiento de salud mental que otros grupos étnicos y raciales. El programa WOW trabaja para generar confianza no sólo con los estudiantes, sino con sus padres y familiares.

“Las familias de color tienden a no nombrar los problemas de salud mental como problemas de salud mental”, dijo Milbrook, directora de programas de la organización que supervisa WOW. “Buscar tratamiento sigue siendo un estigma, incluso para los niños”.

Milbrook dijo que el entorno escolar es clave para desestigmatizar tanto las afecciones como el tratamiento de salud mental.

Al estar integrados en escuelas como la secundaria Robert Abbott en Waukegan, Illinois, los consejeros de Working on Womanhood dicen que pueden construir vínculos más profundos con las estudiantes en su programa de apoyo de salud mental. Credit: Camilla Forte/The Hechinger Report

“Estar en la escuela y participar en los grupos con otros estudiantes, comprender que no eres la única persona que enfrenta estos mismos problemas y hablar de ellos de maneras que no se parecen a su idea de terapia tradicional”, todo esto ayuda, dijo.

También es esencial, añadió Milbrook, fomentar el sentido de pertenencia. “Les damos a las participantes camisetas WOW y ahora pueden caminar por la escuela identificándose como niñas de Working on Womanhood”, dijo. “De repente, nadie se avergüenza de estar en este grupo”.

Deanna, alumna de octavo grado de Abbott, añadió que el sentido de pertenencia que fomenta WOW la ha ayudado a sentirse menos sola.

“Aquí te sientes escuchada y comprendida”, dijo.

Aunque el entorno escolar presenta ventajas para WOW, también puede implicar desafíos de implementación. Harris, de Youth Guidance, dijo que tanto el personal de WOW como el personal de la escuela quieren resultados positivos para las estudiantes de WOW, pero el enfoque centrado en la curación de WOW podría entrar en conflicto con la política disciplinaria de una escuela. Por lo tanto, el personal de la escuela podría inicialmente desconfiar del personal del programa y de los consejeros.

Las escuelas a veces también subestiman la experiencia de los consejeros y otras a veces incluso les piden que asuman tareas como hacer seguimiento de la cafetería, que no son su responsabilidad.

“Se necesita un año para construir relaciones y ser realmente intencional sobre cómo colaborar con la escuela”, dijo Harris. “Hasta que se genere esa confianza, eres un outsider”.

Pagar el programa es otro desafío. Aunque Waukegan CUSD 60 cubre todos los costos de WOW, la mayoría de los distritos no lo hacen. Youth Guidance depende principalmente del apoyo filantrópico para pagar sus programas.

Es menos probable que Youth Guidance aproveche fuentes de financiación pública como Medicaid porque los engorrosos procesos del programa de asistencia pública pueden generar costos más altos e incluso amenazar la confianza que WOW genera con los estudiantes y sus familias.

Por ejemplo, los consejeros de WOW suelen hacer numerosas llamadas telefónicas a los padres o visitarlos en casa. Es tiempo bien empleado, dijo Milbrook, pero no es financieramente productivo. Los consejeros sólo pueden facturar su tiempo a Medicaid después de que uno de los padres firme un formulario de consentimiento.

Deanna Palacio, estudiante de octavo grado de la escuela secundaria Robert Abbott en Waukegan, Illinois, dijo que se siente “escuchada y comprendida” por sus compañeras y su consejera en el programa Working on Womanhood. Credit: Camilla Forte/The Hechinger Report

A pesar de algunos de estos desafíos de implementación, los líderes y consejeros de WOW consideran que el programa WOW de Waukegan es un éxito.

“Como un todo [en el grupo], he visto una disminución en la rabia y las peleas”, dijo Páez-Naranjo, consejera de Abbott Middle WOW.

Las lecciones de mindfulness durante los círculos WOW en la escuela secundaria Abbott han ayudado a Ana Ortiz a desarrollar confianza en su identidad emergente como mujer joven. Ella, al igual que sus otras compañeras del programa, regresó por segundo año después de comenzar WOW como estudiantes de séptimo grado.

“Antes de venir aquí, no me encontraba a mí misma en absoluto”, dijo Ana. “Quería saber ¿cómo es ser mujer? Quería saber cuáles eran las opiniones y perspectivas de otras chicas”.

Páez-Naranjo dijo que ha visto el crecimiento de Ana desde el año escolar pasado.

“Ana ha salido mucho más de su zona de confort. Se siente más segura para compartir detalles íntimos de su vida y está dispuesta a apoyar a cualquiera que lo necesite”, dijo Páez-Naranjo.

“Y está mucho más sonriente”, añadió Páez-Naranjo. “Se puede ver su sonrisa a una milla de distancia”.

Más tarde, al salir del círculo WOW de Abbott del miércoles, Ana volvió para ofrecer una visión final sobre cómo WOW la ha ayudado.

“Me hace sentir libre aquí”, dijo, mostrando una de esas sonrisas. “Me entiendo mejor a mí misma”.

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